A pesar de que cada perro es diferente, existen patrones similares en todos los "abueletes" derivados de las limitaciones físicas y psicológicas que probablemente tengan: dolores articulares, problemas respiratorios o cardíacos, ceguera, etc.
Por ello, y porque ellos son los más vulnerables, he diseñado un plan de trabajo flexible en el que intervienen las manipulaciones más suaves, la regulación más precisa de los tiempos y en el que prima la salud y el bienestar por encima de todo.