Cada perro es único pero entre las distintas personalidades hay patrones que se repiten, igual que en las personas, habrá perros confiados y desconfiados, expresivos o que expresan poco, lúcidos o bastante desconectados durante el servicio. Además hay algunos procedimientos del servicio que soportan mejor que otros; el perro puede tener hipersensibilidad en las patas delanteras, en la cara o en la zona genital. Puede ser más consciente de su lado izquierdo que del derecho o quizá no soporte los ruidos fuertes y los movimientos rápidos ó violentos a su alrededor. Otros entran en pánico al retenerle su cara para el corte o al levantar sus patas.
En fin, un montón de información que la peluquera puede ver como un obstáculo a su trabajo o como rasgos de la personalidad perruna que hay que respetar e integrar en un servicio de higiene y estética efectivos. Lo más importante es que la peluquera sea consciente de todo esto y se disponga al trabajo con mucha dosis de empatía y buen talante. Esta actitud permitirá comprender cómo se siente el perro en cada momento y así poder hacer un buen mapa del servicio en el que estén bien señalizados los puntos débiles y las fortalezas del perro. Para recordar este mapa mental, nos ayudará mucho elaborar una ficha de cliente bien detallada y tenerla en cuenta en servicios futuros.
"rasgos de la personalidad perruna que hay que respetar e integrar en un servicio de higiene y estética efectivos"
Se me ocurren miles de ejemplos pero por ahora voy a citar uno de un cachorro que tuve el otro día:
Manolo; el gran cachorro. Segundo servicio de un samoyedo de 10 meses, hermoso y loco, sus dueños, muy ocupados , no lo han traído con la frecuencia recomendada para que no se formen nudos en las capas bajas del pelaje y su abundancia de pelo es extraordinaria. Es anárquico, como buen cachorro, odia el expulsor por encima de todas las cosas y lo quiere asesinar. Ah y le encanta jugar. Pues bien, como sabréis el proceso de secado de un ejemplar de samoyedo es largo e intenso y mi cachorro no permite ni esa intensidad, ni tanto tiempo, así que voy alternando juego en suelo con ratos de secado sobre la mesa a base de secador (bastante menos intenso que el expulsor) y metiendo diferentes tipos de carda y peine en su pelaje para ir sacando el nudo hacia afuera. Los ratos de juego ayudan a que la humedad baje hacia las patas y cuando lo vuelvo a subir sigo insistiendo con el secador y las cardas. Los ratos de secado van ganando tiempo a los de juego.
¿Cuál es mi proyecto a largo plazo con este cachorro? Durante este primer año de trabajo seguiré haciéndole un servicio de baja intensidad (secador y no expulsor y tiempos de juego) con una frecuencia de 1 mes para evitar el manto apelmazado. Para ello tendré que dar a los dueños una buena explicación y establecer un compromiso. En una segunda fase mi idea es ir distanciando los servicios e intensificarlos un poco a la vez que voy iniciando a los clientes a un buen cepillado en casa. Finalmente, la tercera fase pondríamos en una balanza el servicio ideal y la realidad que pueden afrontar los clientes y estableceríamos un punto de equilibrio. En esta fase en la que vamos a intentar cubrir las necesidades del perro y las del cliente puede ocurrir que el cliente no se comprometa con su parte y en ese caso yo tenga que renunciar a trabajar con su perro.
"puede ocurrir que el cliente no se comprometa con su parte y en ese caso yo tenga que renunciar a trabajar con su perro".
¿ Cuales son las compensaciones al estrés o herramientas que hemos utilizado con este cachorro?. Nuestras compensaciones aquí serán la flexibilidad y el apoyo de sus emociones, respetando su edad y esperando que madure a la vez que el servicio se va espaciando e intensificando para que sea cada vez más efectivo y se pueda trabajar la estética. Una vez más es importante manejar bien las variables intensidad y tiempo del servicio en los perros, sobre todo en cachorros y ancianos.
(Este establecimiento no tiene un horario fijo. Permanecerá abierto según agenda)