Durante una sesión de trabajo, la paciencia le ayudará a lidiar con perros que intenten constantemente evitar la manipulación o escapar. También le permitirá interactuar de manera inteligente con perros agresivos, sin enfrentamientos, ofreciendo pausas, ayudas para descargar estrés, alternativas. Ser paciente le permitirá ser empático, y encontrar soluciones amables para responder a los problemas de conducta.
Aunque para el estilista resulta más cómodo trabajar con un perro inmóvil, para el perro es fundamental realizar comportamientos que le permitan comunicarse y descargar estrés, como sacudirse, estornudar, olfatear su propia área ano-genital, sentarse, lamerse… también debe tener la libertad de hacer conductas que comuniquen incomodidad, como tocar la mano o la correa con el hocico. Lamerle la cara al estilista o a la persona que lo sostiene durante la peluquería puede ser una manera de pedir ayuda. Es imprescindible que usted reaccione amablemente a estos comportamientos. Ofrezca pausas que le permitan al animal realizar las conductas antes mencionadas, háblele, sea coherente con lo que el perro comunica. Aunque no entienda un lenguaje articulado, el perro es capaz de obtener información de su tono de voz y sus palabras. Para él es importante saber que usted lo está escuchando, que está poniendo atención a sus necesidades y sus miedos. Esta es una manera de brindar seguridad y apoyo.
En el contexto de la peluquería he trabajado con personas que, aunque no usan correcciones físicas, constantemente tratan de convencer al perro de quedarse quieto. Si el perro se mueve, si realiza comportamientos no deseados, lo regresan a su lugar, le dicen que no debe hacerlo o lo premian por permanecer inmóvil. Esto es una manera de ignorar por completo la relación que tenemos con el animal y lo que el perro está tratando de decirnos. Para el perro puede ser muy difícil interactuar con personas a las que no le preocupa su estado de ánimo, especialmente en un contexto donde no existe la alternativa de abandonar la interacción. Aunque no podamos detener la peluquería por completo, es fundamental que mantengamos la comunicación y seamos capaces de monitorear y responder al estado de ánimo del animal en todo momento.
"Para él es importante saber que usted lo está escuchando, que está poniendo atención a sus necesidades y sus miedos. Esta es una manera de brindar seguridad y apoyo."
La segunda razón por la que se necesita paciencia son los perros que requieren rehabilitación de comportamiento. Si el perro entra en crisis (si intenta escapar desesperadamente, vocaliza con intensidad, evita activamente el contacto físico con el estilista o lo agrede) usted debe abandonar inmediatamente la sesión de trabajo y explicar al propietario la necesidad de trabajar en equipo con un educador que contribuya a mejorar el estado de ánimo del animal.
Para mejorar a un perro en este estado, es necesario trabajar en el problema fuera del problema. O sea, es necesario cambiar la vida del perro fuera del salón de estética antes de pedirle que coopere con usted durante una sesión de trabajo. Un animal problemático que ha tenido experiencias difíciles, relacionadas o no con la peluquería, puede ser especialmente reactivo. Por ejemplo los perros que han sido entrenados con collares de estrangulación, de púas o eléctricos, que son constantemente corregidos, tratados por la fuerza, sometidos. Otro ejemplo son los perros que han sido aislados del mundo, que no salen de su casa, o que viven en jaulas, y que pueden percibir todo lo que les rodea como un posible peligro. En ambos casos, interactuar de manera saludable con el mundo fuera de la sesión de peluquería será la clave para observar una mejoría en el comportamiento del perro. Esta mejoría no tiene porqué ser veloz y depende de muchos factores que van más allá de la interacción con el estilista. Sin embargo, para ofrecer bienestar al perro, es imprescindible respetar sus tiempos y ofrecer las soluciones adecuadas para hacerlo sentir bien. Esto le permitirá posteriormente gestionar al perro con mayor facilidad durante la interacción con usted.
Realizar peluquería de manera gentil requiere tiempo, recursos, energías extra y conocimientos de comportamiento canino. El estilista deberá establecer un estilo de trabajo que sea enfocado en el bienestar del perro y para ello será necesario mucho sacrificio. Pero, una vez que ha puesto en marcha este sistema, usted tendrá la gran ventaja de trabajar con perros psicológicamente saludables, estables, predecibles… También contará con propietarios interesados en el bienestar de su perro, que tomarán en cuenta su ética profesional, la respetarán y le darán valor.
"Realizar peluquería de manera gentil requiere tiempo, recursos, energías extra y conocimientos de comportamiento canino"
Texto: Laura Azor Hernández
(Este establecimiento no tiene un horario fijo. Permanecerá abierto según agenda)